Nota del Editor:
Los sistemas políticos están en crisis
en muchos países del mundo: Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y, más cerca
de nosotros, Brasil, entre otros. En la Argentina también y desde hace muchos
años. Difícil es negar que el surgimiento del PRO y ahora de la coalición Cambiemos
es el resultado de esa crisis. Más allá de las pasiones políticas, es un
proceso que merece ser tomado en cuenta si queremos entender lo que pasa en
nuestra sociedad. Jaime Durán Barba es sin duda una de las personas que ha
influido en el surgimiento de ese fenómeno. Aquí una interesante entrevista
La metodología de trabajo de JDB es fundamentalmente empírica. Se basa en el análisis, con diferentes métodos, de datos obtenidos de ciudadanos mediante encuestas y/o entrevistas focalizadas. Apunta a saber qué piensa, siente y quiere cada uno de los encuestados. Esta metodología es diferente de la tradicional basada más en la experiencia, los valores, la ideología y los conocimientos (entre otros factores) de los jugadores políticos.
Este enfoque de la política tiene ciertas implicancias en la acción. Por ejemplo, dificilmente alguien no esté de acuerdo en que la corrupción es criticable desde el punto de vista ético. Es un mal que nos afecta a todos porque implica apropiarse, para fines privados, el patrimonio común. Pero puede ocurrir que, según las encuestas, para ciertos sectores sociales sean más importante otros problemas, como la situación económica que afecta su vida cotidiana. Sí, en base a esta evidencia empírica, un político en su discurso y en su accionar omite la solución del problema corrupción quizás obtendrá, en lo inmediato, los votos que necesita para integrar el poder político en el lugar de que se trate. Pero en el mediano y largo plazo la sociedad tendrá un problema agravado por un delito que la socava.
Dicho en otras palabras, el riesgo de esta manera de entender la política es sustituir con métodos empíricos supuestamente neutros las valoraciones éticas de la política entendidas en el sentido tradicional. También es justo reconocer que ciertos valores morales empleados en la acción política, según la experiencia, resultaron en experimentos sociales dramáticos.
La metodología de trabajo de JDB es fundamentalmente empírica. Se basa en el análisis, con diferentes métodos, de datos obtenidos de ciudadanos mediante encuestas y/o entrevistas focalizadas. Apunta a saber qué piensa, siente y quiere cada uno de los encuestados. Esta metodología es diferente de la tradicional basada más en la experiencia, los valores, la ideología y los conocimientos (entre otros factores) de los jugadores políticos.
Este enfoque de la política tiene ciertas implicancias en la acción. Por ejemplo, dificilmente alguien no esté de acuerdo en que la corrupción es criticable desde el punto de vista ético. Es un mal que nos afecta a todos porque implica apropiarse, para fines privados, el patrimonio común. Pero puede ocurrir que, según las encuestas, para ciertos sectores sociales sean más importante otros problemas, como la situación económica que afecta su vida cotidiana. Sí, en base a esta evidencia empírica, un político en su discurso y en su accionar omite la solución del problema corrupción quizás obtendrá, en lo inmediato, los votos que necesita para integrar el poder político en el lugar de que se trate. Pero en el mediano y largo plazo la sociedad tendrá un problema agravado por un delito que la socava.
Dicho en otras palabras, el riesgo de esta manera de entender la política es sustituir con métodos empíricos supuestamente neutros las valoraciones éticas de la política entendidas en el sentido tradicional. También es justo reconocer que ciertos valores morales empleados en la acción política, según la experiencia, resultaron en experimentos sociales dramáticos.
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