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Mostrando entradas de noviembre 26, 2017

Nota de opinión: "Italia pidió la indagatoria de los dueños de Techint por pago de sobornos a funcionarios" por Emilia Delfino

Paolo Rocca “El fiscal  Fabio Di Pasquale  llegó desde Milán los últimos días de octubre. El miércoles 1º de noviembre, el funcionario italiano pisó los tribunales de Comodoro Py, ingresó al despacho de la jueza federal  María Servini de Cubría  y frente a los fiscales  Gerardo Pollicita y Eduardo Taiano  pidió que la Justicia argentina ordene las medidas que el Ministerio Público de Milán había solicitado vía exhorto hacía un mes: la citación a declaración indagatoria del dueño de Techint,  Paolo Rocca . Solicitó además el secuestro de correos electrónicos y registros de llamadas del empresario y los miembros de la cúpula de la compañía, investigados por el supuesto pago de sobornos a funcionarios de Brasil. “ El sistema argentino no funciona así ”, le contestó Taiano a su colega italiano. La reunión se tornó tensa. El fiscal Pasquale insistió en que se ejecutaran las medidas ese mismo día. Pero se fue con las manos vacías. Así lo confirmaron cuatro fuentes judiciales a PERF

Nota de opinión: "Los Monos: el clan que se anima a desafiar a la autoridad política" por Germán de los Santos

“ROSARIO.- Entraron sonrientes y desafiantes a la sala de audiencias, después de desvestirse y provocar un retraso de casi tres horas en el inicio del juicio. La escena estaba cargada de provocación contra el poder político provincial. Los Monos demostraron, una vez más, que podían dominar la situación hasta en el propio juicio que enfrentan con expectativas de penas elevadas. Pero esto pareció no importarle al grupo criminal rosarino que recién fue procesado por narcotráfico en la justicia federal en noviembre de 2015, cuando la mayoría de los líderes estaban presos. Desde la cárcel, seguían controlando la violencia y la venta de drogas. Y se sospecha que todavía lo hacen hoy. La construcción de ese nivel de impunidad no fue sorpresiva ni abrupta, sino que llevó más de 20 años. No fue bajo una sofisticada clandestinidad, sino a la vista de todos. Los muertos quedaban desparramados por las calles. Los búnkeres, donde se vendía una cocaína barata y adaptada al mercado popula