“La transferencia efectiva del poder político, como está ocurriendo estos días en la Argentina, es una ocasión propicia para reflexionar sobre el poder. El poder en el plano objetivo y subjetivo. El de las organizaciones y el de las personas que lo experimentan, con la embriaguez de disponer a voluntad del destino propio y ajeno. Para la sociología clásica, el poder es la posibilidad que tienen unos de imponer su voluntad a otros, contra toda resistencia. El poder se convierte en dominación cuando el que lo posee obtiene obediencia. El acatamiento puede derivarse de tres razones: la tradición, los valores naturales, las normas del derecho positivo. Esta última, según Max Weber, era la más corriente en su época: el poder se vuelve autoridad legítima cuando los individuos creen en la legalidad. Esa es la clave teórica del sistema democrático: creer en la ley, más que en los gobiernos. En el derecho, antes que en los líderes. Es bella y prometedora la teoría pura. Pero insuficiente...
Mi bitácora. GUILLERMO GENTA