Nota de opinión: "Odebrecht pagó coimas por US$ 14 millones para ganar un contrato de AySA" Hugo Alconada Mon
Nota
del Editor
Datos
proporcionados por funcionarios de Odebrecht precisan los nombres de las
personas que recibieron sobornos en una obra concreta: Sistema de
potabilización Area Norte.
La nota
La constructora brasileña admitió que durante el kirchnerismo dio sobornos a Roberto Baratta, el número dos de De Vido, para quedarse con el proyecto de agua potable Paraná de las Palmas; figuran como nexos Carlos Wagner, Jorge "Corcho" Rodríguez y Raúl Biancuzzo
La
constructora brasileña Odebrecht pagó coimas por al menos US$ 14
millones a funcionarios kirchneristas del Ministerio de Planificación Federal y
de la empresa pública Agua y Saneamientos Argentinos (AySA). Así fue que obtuvo
el contrato para la construcción del Sistema de Potabilización Área Norte,
según surge de documentos secretos de la investigación Lava Jato, a
los que accedió LA NACION. Odebrecht pagó la coima a través de los
mismos intermediarios que están sospechados de canalizar los sobornos del
contrato para la extensión de las redes de gas: Carlos Wagner -por entonces
presidente de la Cámara Argentina de la Construcción- y el lobbista Jorge
"Corcho" Rodríguez. Está también involucrado Roberto Baratta, mano
derecha de Julio De Vido .
Wagner,
dueño de la constructora Esuco, le comunicó a Odebrecht las condiciones para
participar del negocio. Primero, les dijo, debía integrar un consorcio junto a
otras tres empresas locales: Benito Roggio, Cartellone y Supercemento, mientras
que Esuco iría con otra constructora brasileña, Camargo Correa, por el contrato
mellizo del proyecto en Berazategui. Y segundo debía aportar millones para
"pagos indebidos" a funcionarios del gobierno; en particular, del
entorno del entonces ministro Julio De Vido.
Odebrecht aceptó esas condiciones y el consorcio ganó el contrato por US$ 720 millones, más una ampliación por otros US$ 69
millones. Pero aun así, el consorcio padeció atrasos en los pagos tras la
muerte del ex presidente Néstor Kirchner que sólo se solucionaron
con la aparición del "Corcho" Rodríguez y el pago de
más sobornos.
Consultado
por LA NACION, Wagner negó cualquier rol delictual. "Me deja
sin palabras, sólo puedo decirle que desmiento todo eso. ¿Coimas? ¿Yo? Eso?, no
sé?, no es cierto. Yo no tengo ni jamás tuve ese poder de decisión sobre los
funcionarios que tenían que tomar esas decisiones o los empresarios que
evaluaban participar en alguna licitación", replicó.
El
"Corcho" Rodríguez también se despegó de cualquier ilicitud. "Es
un divague absoluto, una locura. No sé ni siquiera dónde queda esa obra (por
Paraná de las Palmas) ni conocí a nadie de las empresas involucradas, pero por
lo visto me quieren «atornillar» a mí como un «daño colateral»", dijo.
Según
los documentos que LA NACION analizó como parte de un proyecto
periodístico colaborativo regional liderado por el equipo peruano IDL
Reporteros, la operatoria delictual registró dos etapas.
La
primera abarcó de noviembre de 2007 a diciembre de 2010, cuando el Departamento
de Operaciones Estructuradas -el lado oscuro de Odebrecht- pagó US$ 7,6
millones bajo las indicaciones de Wagner. Y la segunda, entre enero de 2011 y
diciembre de 2014, cuando desembolsó US$ 6,45 millones bajo las pautas del
"Corcho" Rodríguez.
¿Quién
recibió esos primeros US$ 7,6 millones? Según esos documentos todavía secretos
que obtuvo LA NACION, fue el ingeniero mecánico Raúl Biancuzzo -hoy
de 69 años-, que entre 2007 y noviembre de 2011 trabajó como director de
Infraestructura de AySA, a cargo de las licitaciones, contrataciones y
ejecuciones de obra, según detalló en el currículum que subió a Internet.
La
justicia argentina ya tiene a Biancuzzo bajo la lupa. Es uno de los 29 acusados
a los que el fiscal federal Federico Delgado pidió indagar el 21 de junio
pasado, entre los que también incluyó a Wagner, pero no al "Corcho"
Rodríguez ni a Baratta. LA NACIONintentó comunicarse ayer con
Biancuzzo por teléfono y correo electrónico, pero no respondió las sucesivas
consultas.
Según
el ex vicepresidente de Odebrecht para América latina Luiz Antonio Mameri,
quien se acogió al régimen de la delación premiada ante la justicia brasileña,
Wagner identificó a Biancuzzo como el destinatario de los primeros pagos. Y el
directivo que se desempeñaba como número dos de Carlos Ben en AySA -el hombre
clave junto al sindicalista José Luis Lingeri- contactó luego a otro ejecutivo
de la constructora brasileña, Sergio Gouvea Pinheiro, para indicarle a qué
cuentas debía transferir el dinero.
Al
igual que ocurrió en el contrato para la extensión de las redes troncales de
gas, sin embargo, la muerte del ex presidente Kirchner trastocó la interacción
con el gobierno, que acumuló atrasos en los pagos por US$ 53 millones con el
consorcio, que optó por paralizar la obra.
Aparece Baratta
Fue
entonces que, según relató Mameri ante la justicia brasileña, el
"Corcho" Rodríguez contactó al entonces director de Infraestructura
de Odebrecht en la Argentina Rodney Rodrigues de Carvalho, para destrabar los
pagos en nombre de Baratta, la mano derecha de De Vido en el Ministerio de
Planificación.
Según
Mameri, Rodríguez propuso que el consorcio pagara coimas por cada tramo que
destrabara de la deuda. Y que debían pagarle con transferencias a las cuentas
que él les indicara. Esa sería, les aclaró, la única forma de que el gobierno
priorizara al consorcio.
Odebrecht aceptó. Y durante la
gestión de Rodney Rodrigues en la Argentina se pagaron US$ 5,6 millones por
medio de transferencias bancarias desde y hacia sociedades offshore, mientras
que su sucesor, Ricardo Vieira, se encargó de pagos por otros US$ 850.000 hasta
diciembre de 2014.
Consultado
por LA NACION, desde Odebrecht no confirmaron ni desmintieron la
investigación. Indicaron que la constructora "ratifica su firme voluntad,
transmitida a las autoridades del Poder Ejecutivo y del Poder Judicial
referidas a su ofrecimiento para colaborar de forma amplia y eficaz con las
investigaciones", así como "reconquistar la confianza de la sociedad
con una actuación íntegra, ética y transparente".
¿Cómo
fue la "ruta del dinero"? Según los documentos analizados por el
consorcio liderado por IDL que integra LA NACION, los fondos que
recibió Biancuzzo tras la intermediación de Wagner continúan en las sombras.
Pero la operatoria vinculada al "Corcho" Rodríguez comienza a salir a
la luz.
Esos
fondos salieron de los bancos Credicorp Bank SA, de Panamá, y el Meinl Bank, de
Antigua y Barbuda, a través de cuatro sociedades offshore. ¿Su destino final?
Una cuenta en el banco Itaú de Uruguay abierta a nombre de una sociedad
operativa en la zona franca de Montevideo.
Qué
ocurrió a partir de allí es un misterio. Pero sería así acaso por poco tiempo:
el controlante de esa sociedad es un "cuevero" brasileño
-"doleiro", en la jerga de su país- que al igual que Mameri ya se
acogió al régimen de la delación premiada.
Protagonistas de un negociado
Marcelo Odebrecht. Jefe del holding
El
presidente de la constructora brasileña terminó preso, condenado a 19 años y
medio de prisión por el juez a cargo de la megacausa Lava Jato, Sérgio Moro,
para luego acogerse al régimen de la delación premiada y confesar sus crímenes
a cambio de reducir su estancia en la cárcel. Uno de sus hombres de máxima
confianza, Luiz Alberto Mameri, fue el que delató las maniobras irregulares en
la Argentina, en el proyecto para la planta potabilizadora de AySA
Los acusados
Roberto Baratta. Número dos de De Vido
La constructora admitió pagos de
coimas por US$ 14 millones a funcionarios del Ministerio de Planificación
Federal durante el kirchnerismo y señaló a Baratta, la mano derecha del ex
ministro Julio De Vido. Según el arrepentido brasileño, Jorge
"Corcho" Rodríguez contactó al director de Infraestructura de
Odebrecht en el país (Rodney Rodrigues de Carvalho) para destrabar el pago de
sobornos en nombre de Baratta
Jorge "Corcho" Rodríguez. Lobbista e intermediario
Figura
como el intermediario de canalizar los sobornos de Odebrecht. Su nombre ya
había aparecido en una maniobra similar: las coimas que admitió la constructora
por la extensión de las redes troncales de gas. "Es un divague absoluto,
una locura. No sé ni siquiera dónde queda esa obra [por Paraná de las Palmas]
ni conocí a nadie de las empresas involucradas", dijo Rodríguez a LA
NACION.
Raúl Biancuzzo. Directivo de AySA
Entre
2007 y 2011 se desempeñó como director de Infraestructura de AySA, la empresa
estatal que suministra el servicio de cloacas y agua potable. Estaba a cargo de
licitaciones, contrataciones y ejecuciones de obra. Lo acusan de haber recibido
el primer tramo de las coimas (unos US$ 7,6 millones). Su nombre ya está bajo
la lupa de la Justicia: es uno de los 29 acusados a los que el fiscal Federico
Delgado pidió indagar.
Carlos Wagner. Dueño de Esuco y ex titular
de la Cámara de la Construcción.
Cuando
se concretó la maniobra, Wagner ejercía como presidente de la Cámara Argentina
de la Construcción. Según Odebrecht, Wagner fue el que le comunicó las
condiciones para participar del negocio. Les dijo que debían integrar un
consorcio junto con otras empresas, entre ellas la de él, y luego informó sobre
"los pagos indebidos" a funcionarios del gobierno (por entonces
gobernaba el kirchnerismo),”
La
Nación
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