El peruano Oscar Ugarteche, uno de los mayores expertos de América
latina en finanzas internacionales.
Por encargo del Congreso peruano fue el autor de la primera pesquisa
internacional sobre los fondos buitre. También indagó en las cuentas secretas
del dictador Alberto Fujimori y de su jefe de Inteligencia Vladimiro
Montesinos. El peruano Oscar Ugarteche actualmente trabaja en el Instituto de
Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Se
deja tiempo para escribir (muy pronto saldrá en la Argentina su último libro,
Historia crítica del Fondo Monetario, el gendarme financiero) y para seguir al
detalle la información sobre los vericuetos del dinero.
–¿Quiénes son las grandes beneficiarias de los paraísos fiscales?
–En primer lugar las transnacionales. El origen de los paraísos está en
las antiguas zonas francas, que ya utilizaban los corsarios en el siglo XVI. No
es casualidad que haya crecido la city de Londres y que se haya desarrollado
Hong Kong. Después las zonas francas se fueron convirtiendo en un sitio que
permitía por un lado asegurar la riqueza y por otro actuar como paso de pago.
–¿Qué es “paso de pago”?
–Supongamos que exista una empresa llamada Cargill Argentina y que
quiere transferir una remesa a otra empresa llamada Cargill Londres. Bien: lo
hace mediante una triangulación. Es decir, a través de dos operaciones que
tienen en el medio un paraíso fiscal. La empresa offshore asentada en el
paraíso fiscal paga por granos a Cargill Argentina por debajo del costo. Luego
esa offshore le vende por encima del valor a Cargill Londres. Cargill Argentina
reducirá sus ganancias y sus pagos de derechos de exportación en la Argentina.
Pagará pocos impuestos o nada. Y lo mismo sucederá con Cargill Londres. Los
paraísos con una offshore son muy útiles para lo que llamamos “comercio
intrafirma”. Insider trading. La operación interna se termina resolviendo en un
paraíso fiscal. Con la banca internacional las cosas son todavía más extremas.
–¿Por qué?
–En la situación actual sin paraísos fiscales no hay banca
internacional. Los paraísos fiscales son funcionales a la maximización extrema
de ganancias de los bancos, a la financiarización internacional. En un préstamo
tienes que cobrar el impuesto al valor agregado, ¿no? ¿A quién? ¿Al extranjero
en un país? ¿Al que tomó el préstamo en otro país? Nada de eso. Los préstamos
suelen realizarse desde un tercer sitio donde, mira qué casualidad, no se
cobran impuestos. Entonces el importe del crédito sale limpito. Los paraísos
fiscales sirven para esconder impuestos en el comercio internacional y para
facilitar operaciones de crédito. Por no hablar de una tercera función:
encubrir operaciones internacionales poco legítimas o ilegítimas.
–¿Qué operaciones ilegales encubren los paraísos?
–Los narcotraficantes, por ejemplo, colocan grandes sumas en un banco
ubicado en un paraíso fiscal. Allí no hay supervisión. Para que se entienda:
nadie puede preguntar si se trata de dinero bien o mal habido. Las cuentas de
Montesinos y de Fujimori estaban en Gran Caimán.
–¿Cómo lo supieron?
–Yo mismo estaba a cargo de la investigación por pedido del Congreso
peruano.
–¿Qué pasó con el dinero?
–Un banco lo devolvió.
–Según los periodistas de Panama Papers, el segundo banco en operar con
offshore en paraísos fiscales fue el HSBC. En la Argentina el año pasado fueron
investigadas cuatro mil cuentas abiertas en paraísos fiscales.
–Es que ésa es la combinación: compañía y cuenta. Las dos en un paraíso
fiscal.
–El que llevaba las cuentas de Amalia Fortabat, una empresaria riquísima
ya fallecida, era el actual ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay. ¿Qué
ventajas podía señalarle Prat-Gay a Amalita?
–Podía decirle esto: “No te preocupes, mi reina, pondré tu dinero en un
buen refugio”.
–¿Para no pagar impuestos?
–Es posible. Pero no es la única utilidad de los paraísos fiscales con
cuenta y offshore. A veces sirven para que las operaciones sucesivas que se
hagan con ese dinero no generen nuevos impuestos.
–El presidente Mauricio Macri tiene participación en dos offshore.
–Las compañías en paraísos fiscales o sirven para evadir hoy o para
evitar impuestos mañana.
–Los Panama Papers son una lista de empresas offshore. No de cuentas.
–Las cuentas sólo aparecerán si los bancos las revelan. Por secreto
bancario no lo pueden hacer y nadie puede pedirle al banco que entregue
información de una cuenta en un paraíso fiscal. Con la investigación de
Montesinos y Fujimori en un momento tuve indicios de que había cuentas abiertas
por el Bilbao Vizcaya en Gran Caimán. Le dije a Baltasar Garzón, que todavía
era juez, que no podía hacer nada. Y él no pudo hacer nada. Los bancos ignoran
a todo el mundo. Después conseguimos un número de cuenta. Con eso ya es más
fácil trabajar.
–¿Desde una offshore se pueden hacer inversiones en otro país o en el
país de origen del dinero?
–Sí, y entonces eres un inversionista extranjero que puedes no pagar el
impuesto a las utilidades porque tú, como accionista, estás en el extranjero.
En Panamá, por ejemplo, no pagas impuesto a la renta. Solo necesitas un buen
estudio de abogados en Buenos Aires.
–Suena demasiado fácil.
–La financiarización es un enorme desastre. Hay una confusión absoluta
entre una zona libre de impuestos y una zona libre de toda supervisión donde
nadie rinde cuentas. Un banco sucursal de otro banco no rinde cuentas si está
en un paraíso fiscal.
–Por eso los grandes bancos como el HSBC abren más cuentas en paraísos.
–Lo cual permite nuevos tipos de fraudes fiscales. ¿Qué pasó con Suiza y
los bienes de los judíos alemanes y europeos en los años ‘30? Los pobres
tomaron sus cosas de valor, las pusieron en las maletas, fueron a Suiza y
dejaron dinero o joyas. Pero los dueños de las cuentas se murieron. ¿A quiénes
debían darles el dinero los bancos suizos? Como no había supervisión, y tampoco
lista de beneficiarios, los bancos se quedaron con las riquezas. Lo devolvieron
solo después de un juicio gigantesco. Si no hay supervisión internacional, el
dinero del narcotráfico y el que financia al terrorismo seguirá pasando con
facilidad por los paraísos fiscales.
–¿Cuál sería la alternativa?
–Que el paraíso fiscal tenga la capacidad de supervisar las cuentas y de
trabajar con las supervisoras de cuentas de todo el mundo. Hoy funciona un
sistema por el que nadie supervisa. El gran problema es el hermetismo.
–¿A quién afecta el hermetismo?
–A las economías nacionales. A estas alturas el gran paraíso fiscal es
Luxemburgo. Un gran problema para las economías europeas.
–Cuando asumió Barack Obama, en 2009, los Estados Unidos y aun el Reino
Unido apoyaron los reclamos de Brasil y la Argentina contra los paraísos
fiscales en el G-20. Después dejaron de hacerlo. ¿Por qué?
–Por la recuperación de la salud de los bancos. Entonces el tema dejó de
ser un tema. Si los bancos ya estaban salvados no importaba qué hacían esos
paraísos. Ahora otra vez quieren convencernos de que no se pueden eliminar ni
el hermetismo ni el paraíso. Es un dogma. Si se estableciera que ningún banco puede
operar desde zonas sin supervisión bancaria el juego sería distinto pero igual
habría juego y economía de mercado. Todo debería estar bajo supervisión. “Zona
franca” no debería significar “zona de impunidad”. Así son sitios
extraterritoriales.
–¿También en los Estados Unidos?
–No. La Hedge Act, la ley del borde, en los años 90 permitió zonas
territoriales dentro de los Estados Unidos. En Delaware, en Florida, en Nueva
Jersey. En esas zonas no hay impuestos. Pero sí hay supervisión. La falta de
supervisión sirve para maximizar ganancias financieras, para triangular en el
comercio internacional y para garantizar un menor control de flujo de
capitales, tanto de origen legal como ilegal. El punto clave es dónde dejar la
ganancia para eludir la declaración de utilidades en tu país de origen. Si eres
grande, muy grande, lo que querrás es no pagar impuestos en tu país de origen.
Página 12. 2016
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