“La última estimación internacional sobre el monto
involucrado en las maniobras de servicios financieros offshore equivale al PIB
de todas las economías sudamericanas sumadas. Las multinacionales, las
principales usuarias. Para los especialistas, Estados Unidos e Inglaterra dan protección
a las guaridas fiscales.
Los flujos financieros ilícitos le
costaron a los países en desarrollo 7,8 billones de dólares. La cifra con doce
ceros, equivalente a sumar el PIB de todas las economías sudamericanas,
representa el stock acumulado entre 2003 y 2014. El
componente central en las maniobras canalizadas a través de la red global de
servicios financieros offshore no es la corrupción gubernamental ni el
narcotráfico. Habilitados por el marco legal vigente, los elementos más
relevantes a la hora de explicar los flujos financieros ilícitos son los abusos
comerciales y fiscales de las grandes empresas multinacionales.
El
diagnóstico y las estimaciones, las últimas disponibles, fueron presentadas
ayer durante la primera jornada de la Conferencia para la Transparencia
Financiera organizada en la capital de Finlandia, Helsinki, por distintas
organizaciones no gubernamentales especializadas como Tax Justice Network,
Latindadd, Fundación SES y Global Financial Integrity.
El último
campeón mundial de la Fórmula 1 es el finlandés Nico Rosberg. El 3 de abril de
2016, el piloto de Mercedes Benz ganó la segunda carrera del año en Bahrein.
Cuando el corredor todavía no había terminado de celebrar se convirtió en el
abanderado de su país en los Panamá Papers. La información publicada ese mismo
día revelaba que el contrato entre Rosberg y la automotriz alemana se había
canalizado a través de una firma de Islas Vírgenes Británicas llamada Ambitious
Group Limited. Aunque el corredor es el finlandés más conocido en la
megafiltración, fueron las prácticas del Nordea Bank las que expusieron la
extensión de una práctica sistemática. A través de su filial en Luxemburgo, la
entidad financiera más importante de la región que ayer celebró un evento
interno en el mismo centro de convenciones elegido por la Financial
Transparency Coalition, creó más de 400 sociedades en Islas Vírgenes Británicas
y Panamá para ocultar la identidad de sus clientes finlandeses.
“Las
filtraciones como los Panamá Papers pusieron la atención sobre las maniobras
fuera de control que fluyen a través de un sistema financiero en las sombras.
Los gobiernos de los países del norte están siendo presionados para poner un
freno a los flujos financieros ilícitos pero a pesar de sus comunicados y
declaraciones en contra no podemos obviar que tres de las cinco jurisdicciones
del secreto más importantes del mundo están en Europa y Estados Unidos”,
advierten los responsables de Financial Transparency Coalition que nuclea a las
ONGs a cargo del evento en la pequeña capital de Finlandia donde comienza a
sentirse el rigor de los inviernos nórdicos. Si a escala local las últimas
megafiltraciones financieras revelaron las maniobras offshore de empresarios,
políticos y celebridades de cada país; los organizadores de la conferencia
enfatizaron que a nivel global la magafiltración expuso cómo funciona uno de
los eslabones fundamentales en la red global de guaridas fiscales: los
intermediarios encargados de crear las plataformas para la evasión, la fuga y
el lavado de dinero.
“La fuga y
la evasión no son una práctica sencilla sino que requieren la complicidad de
ejércitos de abogados y contadores. El trabajo de esos profesionales es
garantizar el secreto a través del mundo offshore como mostraron las 4040
cuentas no declaradas abiertas por argentinos en el HSBC Private Bank de
Ginerba. Los especialistas en diseñar maniobras fraudulentas no están solos
sino que aprovechan al máximo la laxitud de las leyes y las regulaciones”,
explicó a PáginaI12 el coordinador del programa Integración Regional y
Desarrollo de la Fundación SES, Adrián Falco.
“Estos
fraudes atentan contra la capacidad de inversión del Estado y limitan las
posibilidades del desarrollo sustentable”, señaló el especialista argentino que
participó del encuentro realizado en las inmediaciones de uno de los puertos
que tiene Helsinki. Desde allí parten barcos que, por ejemplo, cubren el
recorrido de dos horas y media entre Finlandia y Estonia. El viaje cuesta hasta
30 euros y por la noche es habitual cruzarse familias enteras que retornan
cargadas con bolsas de alimentos y bebidas alcohólicas en un intento por
aprovechar la abismal diferencia en los precios. Una cerveza en un bar
económico finlandés puede costar 7 euros mientras que en Tallin, la capital
estona, no supera los 2,5 euros. Con una estructura productiva concentrada en
la industrias maderera, papelera y electrónica, la economía finlandesa no
atraviesa su mejor momento y recién comienza a recuperarse de una prolongada
recesión. “Si no se combate la evasión impositiva es imposible abordar los
problemas del desarrollo. No se puede tener un Estado de Bienestar sin una
presión tributaria del orden del 20-30 por ciento o más alto”, advirtió durante
la apertura de la conferencia el ministro de Comercio y Desarrollo finés, Kai
Mykkänen. Finlandia tiene uno de los niveles de presión fiscal más altos del
mundo: 44 por ciento del producto.
“Somos
rehenes del marco legal vigente que facilita los flujos financieros ilícitos”,
explicó Netti Buyani del CBGE de la India quien consideró que “el
desarrollo de la red global de servicios offshore está asociada al proceso de
financiarización del capital a escala mundial”. De acuerdo a las distintas
estimaciones el mundo offshore ofrece resguardo a una cifra que oscila entre
7,6 y 32 billones de dólares. “Los ricos son relevantes pero lo más importante
son las multinacionales y grandes compañías que utilizan los paraísos fiscales.
En el ranking de las 500 empresas más grandes del mundo elaborado por la
Revista Fortune es posible identificar 357 compañías que suman, por lo menos,
10.366 subsidiarias en paraísos fiscales”, advirtió la investigadora durante un
encuentro con periodistas donde también se discutió sobre la presencia del
presidente argentino Mauricio Macri en los Panamá Papers. “Los flujos
financieros ilícitos son un problema para el desarrollo. Estados Unidos e
Inglaterra son parte central de ese problema”, consideró la abogada de GFI,
Heather Lowe, quien exigió la creación de registros de beneficiarios finales
para conocer a los verdaderos dueños de las empresas anónimas alojadas en las
guaridas fiscales.”
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