Las declaraciones formuladas al diario El
País por Rodrigo Tacla Durán, ex abogado del Grupo
Odebrecht, permiten confirmar las estrechas relaciones entre Odebrecht y el
Grupo Macri. La colaboración de Odebrecht, a través del Mein Bank, ha sido
estratégica en el concurso de la empresa Correo Argentino SA para alcanzar mayorías ficticias en perjuicio
de los acreedores comunes. El caso está subjúdice en el
Juzgado Federal a cargo de Ariel Lijo.
Hasta 2016,
Rodrigo Tacla trabajó como abogado del Departamento de Operaciones Estructuradas
de la compañía Odebrecht, la unidad de negocios especializada en canalizar el
pago de sobornos. Desde allí salía el dinero para financiar campañas
electorales, regalos a los políticos y hasta fiestas con prostitutas. Como
contrapartida, los jefes de Estado o ministros corrompidos,
concedían a la mayor constructora de América Latina los más
importantes contratos de obra pública. Según el abogado, la constructora
sobornó a más de 1.000 políticos en el mundo. Fue detenido en España por pedido
de un juzgado de Brasil, pero dada su doble nacionalidad, la Audiencia Nacional
española rechazó su extradición a su país natal, con el compromiso
de someterlo a juicio en España.
Las
declaraciones de Rodrigo Tacla han permitido develar la ruta del dinero empleado
en capturar voluntades de los políticos corruptos. Se sabía que el Mein Bank
había sido utilizado para canalizar los sobornos pagados por la empresa
Odebrecht en todo el mundo, pero no era claro el vínculo entre ambas
sociedades. Las declaraciones del abogado hispano-brasileño Rodrigo Tacla
Durán, permiten echar luz sobre la intervención de ese banco que había sido
adquirido por Odebrecht con la exclusiva finalidad de ocultar la ruta de los
sobornos.
Según Rodrigo
Tacla, el Mein Bank era una tapadera ubicada en el paraíso fiscal de Antigua y
Barbuda, pequeña isla situada en el Caribe, reciente destino de luna de miel de
Lionel Messi y su esposa Antonella Roccuzzo. Su sede en Sao Paulo estaba en el
consulado del país caribeño y contaba con sólo tres empleados. Ese era el
centro neurálgico desde el que se hacían los pagos irregulares. Desde allí se
transfería dinero a otros bancos, como la Banca Privada de Andorra –cerrada en
2015 por corrupción- y de este modo se evitaba dejar rastros de los destinatarios
finales de los fondos.
Según el
abogado hispano-brasileño, la empresa Odebrecht había entregado tres millones
de euros en enero de 2016 al primer ministro de Antigua y Barbuda, Gastón
Browne. Ese dinero se pagó para garantizar que Antigua y Barbuda no
comunicara a las autoridades judiciales de Brasil los movimientos y
transferencias realizadas a través del Mein Bank.
El Mein Bank
cumplió un importante rol en el concurso del Correo Argentino SA al adquirir los créditos que contra la
empresa concursada tenían el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la
Corporación Financiera Internacional (CFI). El crédito del BID era de 194
millones de dólares y el de CFI de 179 millones. Junto con el Banco Río (31
millones) y el Estado argentino (300 millones)
eran los mayores acreedores del Correo Argentino. El Mein Bank, en su nueva condición de acreedor
quirografario del Correo Argentino,
aceptó la propuesta formulada por la empresa que consistía en un pago que
exigía una espera total de 34 años para cobrar una cantidad que –en términos
actuariales- representaba el 1,64 % de la deuda original, es decir suponía una
quita real del 98,36 %.
Según lo
señaló la fiscal Gabriela Boquín en su conocido dictamen, esa intervención
suponía aprobar una propuesta claramente perjudicial para el Mein Bank, lo que
carece de explicación razonable. Los créditos del BID y del CIF habían sido
afianzados por Socma América SA, la empresa tenedora del paquete de Sideco
Americana SA que a su vez es la propietaria de las acciones del Correo ArgentinoSA. De
modo que si el Mein Bank había comprado esos créditos al BID y al CIF, lo
habría hecho cumpliendo instrucciones del Grupo Socma SA que era el responsable
final del pago. Lo que queda pendiente de averiguar es cuales fueron las
compensaciones que obtuvo el Mein Bank, es decir el Grupo Odebrecht, para
ofrecer una ayuda tan generosa al Grupo Socma SA, la sociedad cabecera del
Grupo Macri.
El fiscal
federal Juan Pedro Zoni ha formulado una acusación en el juzgado federal de
Ariel Lijo a raíz del frustrado acuerdo con el Estado argentino que
fuera objeto de impugnación por la fiscal Boquin. Esa acusación afecta al
presidente Mauricio Macri, a los directivos de varias firmas del grupo Macri, a
la jueza Marta Cirulli y a los síndicos intervinientes en el concurso. El
fiscal ha pedido profundizar la investigación para determinar si se manipularon
las mayorías para conseguir el acuerdo con los acreedores quirografarios del
concurso del Correo Argentino.
En el marco de esa investigación debería determinarse también las motivaciones
que llevaron a Odebrecht a adquirir, a través del Mein Bank, los créditos
prácticamente incobrables de ese concurso. Un punto oscuro en un asunto muy
oscuro que alguien debería explicar.
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