La
multinacional compró el 50% de esa minera, en la provincia de Catamarca, por
casi U$ 3000 millones en 2013, para extraer oro y cobre, uno de los negocios
más importantes que tiene en el país, aunque la compañía informó este domingo
que cesará sus operaciones en junio de 2018.
Según
surge de los Paradise Papers, Glencore concretó esa compra del 50% con la
intermediación de la primera red de sociedades offshore: Glencore SA Holdings
Limited (en las islas Bermudas) y Glencore South America Limited (en las islas
Caimán). El 50% restante pertenece a las empresas canadienses Goldcorp Inc y
Yamana Gold, con 37,5% y 12,5% respectivamente.
La
Alumbrera representó un negocio turbulento para Glencore. Por un lado, en julio
de este año, la Cámara Federal de Tucumán aceptó una medida cautelar y ordenó
la "suspensión inmediata" de la extracción de oro ante las sospechas
de contaminación, aunque la orden quedó sin efecto pocas semanas después. Por
otro, afrontó varias las acusaciones sobre presunta evasión.
Así,
por ejemplo, el Ministerio Público Fiscal de Tucumán denunció a La Alumbrera
por el presunto ocultamiento de ganancias en 2010. Cinco años después, Glencore
informó que pagó cerca de US$ 525 millones en la Argentina. Pero según Resource
Project, una base de datos de código abierto sobre proyectos de petróleo, gas y
minería que se nutre de datos oficiales, los pagos de Glencore PLC a los
gobiernos provinciales y nacional para fines de 2015 y de 2016 apenas superó
los US$ 45 millones entre regalías e impuestos.
En
la misma línea, la Secretaría de Minería de Catamarca también acusó a Glencore
de no cumplir con el pago de la totalidad de las regalías por la explotación de
la mina, según se informó en el Boletín Oficial de esa provincia del 6 de mayo
de 2016. La empresa rechazó el reclamo y el proceso iniciado por presunta
evasión fiscal aún no concluyó.
(Consultada
para esta nota sobre su operatoria offshore, en tanto, Clencore Argentina no
hizo comentarios).
Todo
el entramado offshore de Glencore es, en sí, complejo y su difusión con los
"Paradise Papers" levantó controversias en distintas partes del
mundo. Entre otras, salieron a la luz supuestas evasiones en Colombia y Burkina
Faso, el desarrollo de una flota naviera "fantasma" para operar con
Irán y la cuestionada forma en que desarrolló un proyecto minero, de la mano de
un cuestionado intermediario israelí, en la República Democrática del Congo.
El
origen mismo de Glencore fue turbulento. Durante sus primeros años se llamó
Marc Rich & Co., en honor a su fundador, que por largo tiempo figuró entre
"los más buscados" del FBI hasta que Bill Clinton lo indultó en 2001,
en su último día como presidente de Estados Unidos.
Pero
aquel origen no impidió su expansión. Considerada hoy la cuarta empresa minera
más grande del mundo y la primera comercializadora de materias primas a nivel
global, se apoyó para desarrollar todas sus operaciones en Appleby, uno de los
tres estudios jurídicos más importantes y exclusivos para la creación y
administración de entramados offshore.
Tal
fue la importancia que adquirió Glencore para Appleby como cliente, que el
estudio reservó una sala completa en sus oficinas de las islas Bermudas para
gestionar sus operaciones. En total, los abogados de Appleby administraron 107
firmas offshore de la multinacional.
La segunda red offshore
En
la Argentina, mientras tanto, Glencore también utilizó una segunda red de
sociedades offshores para la explotación de El Pachón, un yacimiento de cobre.
La mina está controlada por Glencore El Pachón Limited (de las islas Bermudas),
que a su vez es controlada por Glencore Holdings (también de las islas
Bermudas). La multinacional recibe distintos beneficios para operar este
proyecto, como por ejemplo, al pagar impuestos por un 25% de las exportaciones
declaradas.
La
multinacional también controla desde 2005 la empresa Ar Zinc SA (ex Sulfacid),
la única productora de zinc electrolítico en la Argentina, cuyo polo de
producción están en las afueras de Rosario. Y la compra de esa empresa fue a
través de la offshore Glencore Finance Ltd (al igual que las anteriores
offshore, de las islas Bermudas). La empresa, que contaba con 400 empleados,
cerró el año pasado.
Sin
embargo, allí no se acaban los negocios de Glencore en la Argentina, aunque no
vinculados con la minería, que también opera a través de paraísos fiscales.
Entre ellas, Oleaginosa Moreno (en la ciudad de Bahía Blanca) y Molino Libres
(en la provincia de Corrientes), que son controlados también desde las islas
Bermudas.
El
equipo argentino que trabajó Paradise Papers con el Consorcio Internacional de
Periodistas de Investigación (ICIJ) fue integrado por Hugo Alconada Mon, Maia
Jastreblansky, Iván Ruiz y Ricardo Brom por el diario LA NACION. También por
Mariel Fitz Patrick (América), Emilia Delfino (Perfil) y Sandra Crucianelli
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