Nota de opinión: "Una firma de Seychelles recibió 700.000 dólares por "ligas de Brasil y Argentina" por Iván Ruiz, Maia Jastreblansky y Hugo Alconada Mon
"Seis
giros bancarios, una firma offshore de Seychelles, U$S 700.000 y una
referencia: "Ligas de Brasil y Argentina". Con esa información
volcada en una planilla de Excel, el Barclays Bank le envió una "urgente
petición de información" al estudio Appleby, preocupado por el escándalo
del FIFAgate.
El
banco buscaba conocer si ese dinero estaba vinculado con los sobornos
transnacionales para conseguir los derechos del fútbol, porque los
protagonistas de esas transacciones bancarias estaban ligados con el FIFAgate.
Dos de los giros sospechados habían sido remitidos por Full Play Group SA, la
empresa de los Jinkis, mientras que otras seis transferencias aparecían con una
alusión a las selecciones argentina y brasileña, según surge de los documentos
de los Paradise Papers a los que accedió la nacion en el marco del proyecto impulsado
por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el
diario alemán Süddeutsche Zeitung.
La
destinataria de los US$ 700.000 fue la compañía ESM Group Limited, creada por
Appleby el 5 de diciembre de 2012 en Seychelles, con una cuenta bancaria en
dólares en el Barclays y el propósito de realizar "comercialización y
organización de eventos para entidades deportivas e intermediación de equipos
para partidos".
ESM
Group Limited levantó las alertas desde el día uno. Como único accionista y
director de la compañía figuró Thomas Rungweber, un cirujano ortopédico alemán
que se puso en contacto con Appleby y pidió abrir una cuenta bancaria y
archivar los documentos con "urgencia".
Appleby
le pidió explicaciones a Rungweber para entender por qué un cirujano abría una
firma para negocios con el fútbol. Así conoció que el cirujano alemán en
realidad quería realizar el emprendimiento con "una amiga de alto perfil
en el mundo de los eventos deportivos", pero con problemas legales con sus
ex empleadores.
El
bufete dictaminó que el cirujano alemán no era más que un
"prestanombres": esa "amiga" era la abogada Tina Sabounati,
quien había trabajado en Kentaro, una importante agencia suiza de marketing
deportivo.
Kentaro
es la empresa que quedó bajo la lupa de la Justicia suiza cuando investigó el
dinero que pagó Qatar por el partido amistoso entre la Argentina y Brasil en
Doha el 17 de noviembre de 2010, tres semanas antes de la votación de la FIFA que
definió la sede del Mundial 2022. Los helvéticos sospecharon que fue una forma
de comprar los votos de ambos países.
Tal
como reveló la nacion en 2015, la pesquisa suiza determinó que GSSG, una
empresa constructora qatarí que financió y auspició el partido, recurrió a la
firma helvética Swiss Mideast para coordinar los contratos. A su vez, esta
firma giró los US$ 8,6 millones del partido a Kentaro, que organizó el amistoso
y vendió los derechos de televisación.
Tina
Sabounati trabajaba en Kentaro, pero se abrió para realizar negocios por cuenta
propia, a pesar de una cláusula de no confidencialidad. "Tenía muy buen
vínculo con los qataríes y se fue a vivir a Qatar", relató un empresario
al tanto de su devenir. Consultado por los medios alemanes Tagesschau, WDR
Fernsehen y Süddeutsche Zeitung , Rungweber aseguró que "nada en relación
con ESM Group fue ilegal".
Seis transferencias
De
acuerdo con la planilla del Barclays Bank, con la referencia "Legue of
Brazil and Argentina", la offshore ESM Group Limited recibió seis
transferencias. Cuatro en enero de 2013 por US$ 239.978, US$ 174.978, US$
99.978 y US$ 159.978 y dos en abril de ese año por US$ 9860 y U$ 7778.
Los Paradise
Papers no revelan si el origen del dinero que recibió ESM Group
Limited con el asunto "Ligas de Brasil y Argentina" tuvo alguna
vinculación con el amistoso de esas dos selecciones en Qatar en 2010. Tampoco
si tuvo que ver con partidos posteriores o si la referencia de los giros
bancarios fue simplemente un disfraz.
El
Confidencial reveló que otras dos transferencias que recibió la offshore de
Sabounati por 28.400 dólares procedieron de una cuenta suiza de Full Play Group
SA, la empresa dirigida por Hugo y Mariano Jinkis, acusada de haber pagado
sobornos a la Conmebol para adjudicarse los derechos televisivos de sus
torneos. Fuentes cercanas a los Jinkis aseguraron que ese dinero estuvo
relacionado con el pago de los derechos de transmisión del partido entre España
y Uruguay para Sudamérica."
La Nación
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