Nota del Editor:
CAMMESA (Compañía
Administradora de Mercado Mayorista de Electricidad SA) es una compañía sui
generis creada por el Estado con motivo de la privatización de las empresas de
electricidad, cuyos accionistas son las asociaciones (también existentes por
iniciativa pública) de los llamados actores del mercado eléctrico mayorista:
generadores, transportistas, distribuidores y grandes usuarios. Los
representantes de esas asociaciones integran un directorio presidido por el
Estado en cabeza del Secretario de Energía.
Como la actividad
eléctrica, por sus características está regulada, la influencia del Estado a
través de las autoridades políticas del área energética está muy presente. Esto
fue manifiestamente así durante la gestión de De Vido. La manipulación del
Ministro llegó al grado de reemplazar en la Presidencia de CAMMESA al
Secretario Cameron (con el que tenía no tenía buena relación) y poner a un
hombre de su confianza que se ajustó con más fidelidad a sus dictados,
transmitidos las más de las veces a través de su segundo: Roberto Baratta.
Virtual Secretario de Energía en la sombra.
Las evidencias de los
delitos de corrupción de la administración precedente están desde el primer día
de gestión de este gobierno en los escritorios de las nuevas autoridades. La
morosidad en presentarlas a la justicia o el silencio sobre lo que no es difícil
de comprobar, pone en juego la sospecha de que la impunidad está mediatizada
por la política.
La
Noticia
Una de las empresas
involucradas en la contratación de una obra hecha a medida de Odebrecht se
presentó por primera vez ante la Justicia y señaló a los ex funcionarios
kirchneristas como los responsables del cuestionado contrato de los gasoductos
de 2006-2008. Se trata de Cammesa, una empresa de energía integrada por el
sector privado y el Estado, que se presentó en los últimos días ante el juez
federal Daniel Rafecas y entregó un escrito con su versión de los hechos.
PERFIL reveló el domingo pasado que, durante un año, el gobierno
de Néstor Kirchner y Odebrecht pactaron las condiciones para que la
constructora brasileña se quedara con el contrato de los gasoductos de
2006-2008 al menos por US$ 2.300 millones. Las autoridades armaron luego una
licitación exprés que sólo Odebrecht podía cumplir. Así lo demuestran los
documentos internos de la Secretaría de Energía de la Nación y los testimonios
de protagonistas directos de las negociaciones que hablaron con este medio.
Cammesa sostuvo que el
gobierno de Kirchner modificó las normas de la compañía para depositar la
responsabilidad del contrato en las autoridades de esta empresa mixta. Pero
confirmó que las decisiones nunca se dejaron de digitar desde la Secretaría de
Energía de la Nación, y que los empresarios obedecían. En su escrito declararon
que recibieron un memorándum de entendimiento –una especie de precontrato– que
firmaron con Odebrecht, pero que el documento “fue elaborado en base a
reuniones de trabajo mantenidas entre la ex Secretaría de Energía y Odebrecht”.
Daniel Cameron, entonces
secretario de Energía, bajo el paraguas de Julio De Vido, envió en febrero de
2006 a las autoridades de Cammesa una propuesta de Odebrecht para ser
contratada para los gasoductos. Ante la negativa de Cammesa, armaron un llamado
a licitación por sólo treinta días. Las exigencias y condiciones del contrato
habían sido acordadas un año antes entre Odebrecht y los funcionarios
kirchneristas.
En su escrito ante
Rafecas, Cammesa confirmó que, luego de los ofrecimientos de Cameron para
contratar a Odebrecht, el 31 de marzo de 2006 llamaron a un concurso abierto.
“Cammesa recibió presentaciones de Odebrecht, Camargo Correa y Benito Roggio e
Hijos SA. Si bien las dos últimas empresas cumplían con la premisa de una
reconocida trayectoria, ninguna disponía de capacidad financiera concreta e
inmediata para el inicio de las obras”. Odebrecht ya había informado en 2005
que sería financiada por el banco brasileño BNDES.
Según Cammesa, el 26 de
abril de 2006 le dieron cinco días hábiles a Roggio para presentar una
propuesta de financiamiento. La empresa ni siquiera esperó el vencimiento del
plazo. Contestó tres días después que era “imposible”.El 12 de mayo de 2006,
Roggio y Camargo quedaron fuera de la carrera. Odebrecht se hizo con el contrato
había armado y las autoridades se cubrieron de una posible denuncia con
el llamado a licitación exprés.
En 2007, cuando el
contrato ya era un hecho, las autoridades desactivaron una alerta de una junta
fiscalizadora de Cammesa que pidió frenar el contrato por sospecha de
sobreprecios. Así consta en un acta a la que accedió PERFIL. En el escrito de
Cammesa no hay referencia al documento.
Perfil 23/7
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