Nota del editor
Esta nota fue publicada por Página 12 en mayo de 2014
La nota
“El presidente de la Sociedad Rural,
Luis Miguel Etchevehere, está siendo investigado penalmente por el delito de
administración fraudulenta, junto a sus hermanos Arturo Sebastián y Juan Diego
Etchevehere y la madre de los tres, Leonor María Magdalena Barbero Marcial. La
demanda está radicada en el Juzgado de Instrucción No 3 de Entre Ríos, a cargo
de Alejandro Diego Grippo, con la intervención de la fiscal Evangelina Santana.
La causa busca determinar las maniobras financieras de la estancia Las
Margaritas S.A., propiedad de la familia demandada, que cuenta con 5000
hectáreas dedicadas a la agricultura y a la ganadería. Página/12 accedió al
expediente judicial No 55.212, en el que se investiga si los demandados
redireccionaron dinero de un préstamo millonario del Banco Itaú al que accedió
Las Margaritas hacia otra compañía del mismo grupo, Construcciones del Paraná
S. A., algo que está prohibido por la Ley de Sociedades Comerciales y penado
como defraudación en el Código Penal.
Al ponerse la lupa
sobre los manejos financieros de Las Margaritas, surgieron otras
inconsistencias en los balances de la compañía. La Justicia investiga si los
demandados inflaron sus costos para reducir sus márgenes de ganancia, lo que
redundaría en una posible evasión fiscal. La estancia está intervenida a raíz
de un complejo juicio sucesorio, por el Juzgado en lo Civil y Comercial No 7,
actualmente a cargo de Martín Furman.
Antes de asumir como
presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere ocupaba la conducción
de la Rural de Entre Ríos. Al ascender, dejó en su puesto a Esteban Vitor,
vicepresidente del PRO en la provincia, síndico de Las Margaritas y apoderado
de Etchevehere. Su hermano Juan Diego Etchevehere es uno de los directores de
la estancia y presidente de la Fundación Pensar (PRO) en Entre Ríos. Su otro
hermano, Arturo Sebastián, es el integrante del grupo familiar que siguió
ligado al histórico El Diario de Paraná. Desde ese rol, ocupa un lugar en la
junta de directores de Adepa. La madre de los tres hermanos es la octogenaria
Leonor María Magdalena Barbero Marcial, quien estuvo casada con Luis Félix
Etchevehere, hasta la muerte de éste en 2009.
En esta historia hay
un personaje que no fue nombrado: la hermana de Etchevehere. Ella es quien
lleva adelante la querella contra los otros accionistas de Las Margaritas, por
considerar que sus familiares directos cometieron defraudación al contraer
créditos para sus propios beneficios, según puede leerse en el texto de la
demanda penal. No aparecerá mencionada con nombre y apellido porque los
demandados consiguieron una medida cautelar (bozal legal) para impedirle hablar
de la causa –algo que corroboró este diario al intentar comunicarse con ella– o
aparecer en los medios de comunicación.
La investigación comenzó
en el momento en que los Etchevehere vendieron el 60 por ciento de El Diario de
Paraná –Sociedad Anónima Entre Ríos, SAER– al financista santafesino Walter
Grenón, y crearon una empresa para transferir inmuebles que eran parte del
capital accionario del diario. Vendieron su parte, que incluía los inmuebles,
para luego “volverlos a comprar”. De los elementos que figuran en la causa a la
que tuvo acceso este diario puede inferirse que el objetivo fue sacar de la
sucesión inmuebles por más de 14 millones de pesos. La querellante de esta
causa había sido excluida de la venta del diario y de las instancias legales
vinculadas a Las Margaritas, a pesar de ser una de las herederas.
Del balance
societario cerrado en diciembre de 2011, impugnado en sede judicial, surge que
la sociedad incrementó su pasivo de 447.303 pesos a 1.747.511 pesos. El
endeudamiento se originó en los préstamos tomados en el Nuevo Banco de Entre
Ríos S. A. por al menos 500.000 pesos y en el Banco Itaú por 1.066.000 pesos.
En los mismos asientos contables figura el ítem Cuenta Particular de
Accionistas, es decir, dinero retirado por los demandados, por 1.066.000 pesos.
La querella preguntó en el expediente por qué habían solicitado ese crédito y
luego retirado el dinero, sin ser aprobado en asamblea. La respuesta que le
dieron al juez desde el Grupo Etchevehere fue que “esa plata había sido
solicitada para sembrar pero, como el clima fue desfavorable, la usamos para
otro negocio”.
La ley de sociedades
establece que los dividendos “no pueden ser aprobados ni distribuidos a los
socios, sino por ganancias realizadas y líquidas resultantes de un balance
confeccionado de acuerdo con la ley”. Es decir, no contempla la toma de un
crédito para realizar otros negocios particulares. El Código Penal lo califica
de defraudación, entendida ésta como: “El que, por disposición de la ley, de la
autoridad o por un acto jurídico, tuviera a su cargo el manejo, la
administración o el cuidado de bienes o intereses pecuniarios ajenos, y con el
fin de procurar para sí o para un tercero un lucro indebido o para causar daño,
violando sus deberes perjudicare los intereses confiados u obligare
abusivamente al titular de éstos” (artículo 173, inciso 7).
Al mismo tiempo en
que el Banco Itaú les concedió ese préstamo, los demandados constituyeron la
empresa Construcciones del Paraná S. A., el 2 de agosto de 2011, que hasta la
fecha no registra movimientos de actividad comercial ni flujos de ingresos de
dinero. “La coincidencia temporal permite pensar que aquellos fondos que fueron
entregados a mis familiares por la sociedad Las Margaritas S. A. y que se
originaban en los préstamos obtenidos del Banco Itaú fueron destinados a
capitalizar dicha ‘nueva’ sociedad adquirente de los bienes malvendidos por
SAER”, puede leerse en el texto de la querella.
Los hermanos
Etchevehere y la madre habrían tomado el dinero de un préstamo para justificar
la capitalización de una empresa, Construcciones del Paraná S. A., que había
adquirido inmuebles por 4,5 millones de pesos, según consta en el acta de
directorio de SAER fechada el 20 de marzo de 2012. El resto del dinero para
justificar esa transferencia de inmuebles entre empresas asociadas lo habría
aportado Grenón, quien se quedó con otros inmuebles por un valor superior a los
10 millones de pesos. De esta manera, Luis Miguel, Sebastián y Juan Diego
quitaron bienes de la sucesión, en perjuicio de la demandante y en beneficio de
ellos mismos.
En el expediente se
le consultó al síndico de la empresa, Esteban Vitor, por el destino del crédito
tomado con el Itaú. El 2 de marzo de 2013 también hubo una carta documento.
Nunca respondió. La querella interpeló al contador Guillermo Budasoff, un joven
de 32 años que está al frente del estudio contratado por el grupo Etchevehere.
Este joven profesional es la cara visible del estudio que tenía Julio Rubén
Budasoff, quien perdió su licencia al ser condenado por evasión tributaria.
Guillermo Budasoff tampoco respondió las dudas surgidas en el balance
cuestionado.
La historia no
termina con este préstamo. Los registros del Banco Central dan cuenta de que, a
diciembre de 2011, Las Margaritas tenía deudas con los bancos Bersa, Itaú,
Credicoop, HSBC y Patagonia por 2.291.400 pesos, una diferencia de 543.888
pesos con lo que aparece declarado en el Balance 2011. En el expediente se está
investigando el destino de esos recursos. El juez Grippo requirió información a
los bancos locales que otorgaron préstamos a Las Margaritas, que todavía no
fueron respondidos. Incluso, Las Margaritas habría recibido préstamos del Banco
de Entre Ríos luego de haber sido intervenida judicialmente.
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