Nota de opinión: El silenciamiento de la información pública. ¿ Un nuevo tipo de capitalismo de amigos?
En un contexto en el que los medios de
comunicación con influencia predominante en la opinión pública guardan silencio
sobre acciones y decisiones gubernamentales sospechadas de favorecer a sectores
y personas ligadas con el poder, un grupo amplio de periodistas publicó una
solicitada advirtiendo sobre el silenciamiento de la información, en los
siguientes términos:
“En las últimas semanas, diversos medios de
comunicación han dado cuenta de la decisión del gobierno nacional de llevar a
cabo acciones de represalia por la información publicada por el periodista
Horacio Verbitsky en Página 12 referida
al blanqueo de capitales efectuado por allegados y familiares del presidente
Mauricio Macri. Dichas informaciones, que citan fuentes oficiales, no
fueron desmentidas.
Como periodistas, advertimos nuestra profunda
preocupación ante el ataque a la libertad de expresión que implicaría una
decisión de este tipo. Creemos que no deben existir represalias por difundir
información y que todo sistema democrático debe garantizar la pluralidad.
Estamos convencidos de que las presiones para
silenciar voces producen un daño irreparable para nuestra vida democrática.
El mismo día,
el periodista Horacio Verbitsky publicó un artículo en el cual, entre otras
cosas, reseña el estado de diversos casos que comprometen a funcionarios del
gobierno.
A continuación
un fragmento de dicho artículo:
“Familia, amigos y socios
Si el apotegma peronista pretende que
primero está la Patria, después el movimiento y por último los hombres, para la
nueva derecha en el gobierno la prelación comienza con la familia, sigue con
los amigos y termina con los socios, que en muchos casos se solapan. Lo que
sigue es una apretada síntesis de unos pocos casos:
Odebrecht y
Macrì. El primer viaje de Macrì fuera
del país al asumir fue a Brasil, donde gestionó un crédito del BNDS para el
soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, a cargo de la empresa familiar de los
Macrì, IECSA, la italiana Ghella (en la que Franco Macrì sostiene que también
hay participación de sus hijos Maurizio y Gianfranco) y Odebrecht. La primera
visita internacional que recibió fue la del primer ministro italiano, a quien
llevó a ver esa obra. Como los brasileños no concedieron lo solicitado, Macrì
otorgó por decreto 45.000 millones de pesos al consorcio, cuando la concesión
original decía que el contratista debía aportar el financiamiento. Durante las
investigaciones del Lava Jato en Brasil, Odebrecht admitió haber pagado
sobornos por esa obra. El 6 de agosto, en la columna “Emerge el iceberg”, se
reveló aquí que el Grupo Macri es socio de Odebrecht en el fondo de inversión
Blackwood Group, creado en 1998, cuando el actual jefe de Estado era
vicepresidente ejecutivo del holding familiar Sociedades Macri (Socma).
Blackwood es un grupo internacional que manejó diversos fondos de inversión y
uno especializado en energía y comunicaciones, con inversiones en todo el
mundo. Pese a la abundancia y precisión de los datos el gobierno hizo silencio,
que ningún otro medio del país perturbó.
Correo
Argentino. En 2003, el dirigente radical
Gerardo Morales denunció a las empresas del Grupo Macrì por el vaciamiento del
Correo Argentino. Según Morales, los Macrì incumplieron el contrato de
concesión y el pliego de bases y condiciones, no realizaron las inversiones
comprometidas y causaron daño patrimonial al Estado al no pagar el canon.
Sumando todos los rubros determinaron una deuda de 610 millones de
pesos/dólares y solicitaron que esos montos se reintegraran al Estado y se
revocara la concesión. Pero cuando Morales llegó a la gobernación de Jujuy,
pagó con su silencio la pasividad del gobierno nacional ante la persecución a
Milagro Sala. La fiscal general Gabriela Boquín denunció la condonación de esa
deuda. El 26 de junio de 2016, el Correo Argentino ofreció pagarla con una
quita del 99,1%, que el Estado rechazó. Luego de un cuarto intermedio el Correo
propuso una quita del 98,8 por ciento y el gobierno la aceptó. Se entiende
mejor así porqué un banco caribeño de Odebrecht ayudó a los Macrì a manipular
las mayorías en perjuicio de los acreedores en el concurso del Correo
Argentino, soportando para ello fuertes pérdidas. Según el dictamen de la fiscal
general Gabriela Boquín el Meinl Bank (filial de un banco austriaco en la
guarida fiscal de Antigua y Barbuda) compró créditos del BID y del Banco
Mundial contra el Correo Argentino por 400 millones de dólares, con la
expectativa de recuperar sólo 8 millones. Según Boquín, el banco de Odebrecht
“ha votado en forma contraria a su interés, por lo que su decisión equivale a
la renuncia al cobro de su crédito”. El Meinl Bank también otorgó créditos a
los principales accionistas del Correo, Socma, Sideco e Inversid, todas del
Grupo Macrì, con garantía de acciones.
Blanqueo de
capitales. La ley de blanqueo de capitales
permitió una participación restringida a familiares de funcionarios. Macrì la
amplió por decreto, contradiciendo su texto. Entre los principales
beneficiarios están el hermano presidencial, Gianfranco Macrì; la suegra y dos
cuñadas del presidente; el primo segundo del jefe de gabinete de ministros,
Alejandro Jaime Braun Peña; el socio y amigo de Macrì, Nicolás Caputo; el
emprendedor Marcelo Mindlin, íntimo amigo de Gianfranco, con una suma homóloga
a la que trascendió que habría pagado por la constructora de la familia Macrì;
Manuel Lucio Torino Ortíz, cuñado del secretario Legal y Técnico de la
presidencia, Pablo Clusellas Zorraquín, entre otros.
Los hermanos
sean unidos. Una investigación del interesante
blog “Nuestras Voces”, que dirige la periodista y dirigente política
kirchnerista Gabriela Cerruti, reveló que Norberto Eladio Quintana, del estudio
de abogados de Nueva York Holland & Knight, cobró las comisiones por los
bonos de Buenos Aires, Salta, Mendoza y Chubut provinciales por más de 2200
millones de dólares. Su hermano Mario es el vicejefe de gabinete y coordina el
endeudamiento de las provincias.
Aerolíneas
low cost. El gobierno autorizó el ingreso
al espacio aéreo argentino de compañías de bajo costo, en perjuicio de la línea
de bandera, Aerolíneas Argentinas. Una de ellas es la colombiana Avianca, que
adquirió la línea aérea de la familia Macrì, MacAir, rebautizada Avian. Pese a
la venta, los directivos siguen siendo los mismos. Otra de las líneas
autorizadas es Flybondi, entre cuyos accionistas está el vicejefe de gabinete,
Mario Quintana.
Gas para
Shell. El ministro de Energía, Juan José
Araguren firmó un acuerdo de importación de gas desde Chile, provisto por una
subdidiaria de Shell, la empresa cuya filial argentina presidió Aranguren hasta
junio de 2015 y de la que conservaba acciones. Los precios casi triplican los
que se pagaban por la importación desde Bolivia. Aranguren explicó que Bolivia
no podía abastecer toda la demanda argentina, pero su ministro de Hidrocarburos
replicó que Aranguren no le pidió incrementar los envíos antes de acudir
al gas natural licuado (GNL) chileno.
Los dos
lados del mostrador. Por no plegarse a la estrategia
del Correo Argentino, el Procurador del Tesoro Carlos Balbín fue despedido y en
su lugar el Poder Ejecutivo designó a Bernardo Saravia Frías, quien fue abogado
de empresas del Grupo Macrì. Esto pasa por alto las restricciones de la ley de
ética pública.
Autopistas
del Sol. El holding familiar de los Macrì
poseía las Autopistas del Sol. El gobierno autorizó una fuerte suba de los
peajes y luego la familia presidencial vendió sus acciones por un precio cuatro
veces mayor al que tenían el año anterior.
La energía
de Caputo. Pese a que Macrì dijo que le
había pedido que no participara en licitaciones durante su gobierno, Nicolás
Caputo ganó la licitación para que la empresa Central Puerto de la que es
accionista construya dos centrales de generación eléctrica en Mendoza y Santa
Fe. Además posee un cuarto del paquete accionario de la segunda generadora del
país, Sociedad Argentina de Energía S.A. (Sadesa). En total genera el 16 por
ciento de la energía del país. Sus utilidades se duplicaron en un año.
Sin remedio. El
director de PAMI, Carlos Regazzoni, renunció luego de oponerse en vano al
aumento de precios de los medicamentos, que impulsó el subjefe de gabinete
Mario Quintana, fundador y directivo de la cadena Farmacity, que tiene un
juicio multimillonario contra el Estado, en el cual lo representaba el estudio
del ahora juez de la Corte Suprema Carlos Fernando Ronsenkrantz.
Un ajuste
productivo. El otro vicejefe de gabinete,
Gustavo Lopetegui fue CEO de la línea área LAN, que absorbió buena parte de los
vuelos al exterior de Aerolíneas Argentinas, discontinuados por el plan de
ajuste que diseñó Lopetegui. Por oponerse debió dejar el cargo la presidente de
Aerolíneas, Isela Constantini.
Gente de
Consulta. Tanto Quintana cuanto Lopetegui
fueron directivos de la consultora estadounidense McKinsey, que asesora en
forma reservada al gobierno en la elaboración de un nuevo marco regulatorio
para el desarrollo y la innovación en TIC (Tecnologías de la Información y la
Comunicación). Aunque sus honorarios son de 400 mil dólares por mes más un 18
por ciento de gastos para ejecutar el proyecto, en este caso decidió bajarlos a
la mitad para “acompañar al gobierno argentino en este momento de transición
histórico”. El gobierno porteño le adjudicó una licitación privada por 14
millones de pesos para “optimizar el mantenimiento de las veredas”. El pliego
fue económico (en palabras): sólo decía que “deberá realizar un diagnostico
preciso y detallado del estado de las veredas de la ciudad”. Sólo se presentó
McKinsey. Macrì celebró con los adjudicatarios en la fiesta privada en el Salón
Dorado del Teatro Colón con la que la consultora estadounidense celebró sus 25
años en el país”
Página 12
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